CRÓNICA MADRID WINTER FESTIVAL 2015

10881544_564622863672354_3805869772544027156_n

1 de enero, por fin 1 de enero después de todo un año esperando la segunda edición de Madrid Winter Festival. Y es que decimos por fin porque el camino ha sido muy largo y muy duro. Recopilemos:

A principios de septiembre del pasado ya 2014 se presentaba la segunda edición del Madrid Winter Festival, algo que más o menos tenía la gente claro ya que desde sus redes sociales nunca ha cesado su actividad. Lo hacían sin line up pero sí con una novedad, el recinto, que en un principio fue el campus de la Universidad Complutense de Madrid. Muchas eran las dudas sobre cómo se iba a poder hacer un festival de esta magnitud en un lugar que parecía poco apropiado para su celebración.

Fueron pasando las semanas y lanzaron una primera remesa de artistas con Richie Hawtin a la cabeza. Al igual que el año pasado, el principal reclamo para atraer a las masas. Junto a él, Adam Beyer, Seth Troxler, Reeko, Exium, Blawan, Dixon y Ben Klock (estos dos últimos terminarían cayéndose a última hora del line up).

Pocas semanas después llegaban los líos. Cambio de recinto a la Ciudad del Rock de Arganda del Rey. La organización, en un buen gesto de transparencia, publicó un comunicado con los motivos de dicho cambio que venían a decir que para asegurar la celebración del evento se vieron obligados a realizarlo.

Poco a poco también fue subiendo el precio de las entradas, que llegó a ser de 70€ en puerta frente a los 40€ iniciales. A principios de noviembre llegaba un segundo avance de artistas: Marco Carola, Tale Of us, Marcel Dettman y Gaiser. Grandes nombres pero, en nuestra opinión, poca originalidad. Finalmente el cartel de completaría con Joris Voorn, Oscar Mulero, Paco Osuna y Pan Pot. Más de lo mismo.

004_Ana-Ruiz-DeVillota__mwf2015

Tras semejante número de artistas siguieron aumentando las dudas, sobretodo en el tema de horarios y número de escenarios. A pocos días ya de la celebración del festival comenzó la gran polémica tras su publicación. Un único escenario y todos los artistas pinchando como mucho hora y media, mención especial para los escasos 30 minutos de Gaiser (aunque después aumentarían en una hora el festival y alguno de los sets se prolongaron). Pero lo que más críticas produjo fue su distribución. El techno más contundente que se suponía que debería cerrar un festival se dio en sus primeras horas con Reeko, Exium, Dettman, Adam Beyer y Mulero. Gaiser y Richie con su minimal en el medio, algo de progressive house con Tale of Us y Seth Troxler, otra vez techno con Pan Pot, vuelta al minimal con Carola y Osuna, tech house con Joris y de nuevo technazo con Blawan para cerrar. Vamos, un cacao de estilos y horarios.

Por desgracia, no todo el mundo sabe razonar y la mayoría critica por criticar e incluso faltando en muchas ocasiones al respeto de los organizadores. Es sabido (o no) que los horarios no los ponen sólo los organizadores, sino que los djs también imponen muchas veces sus condiciones y es difícil que todo cuadre al gusto de todos pero, a nuestro parecer, igual podría haberse solucionado montando dos escenarios, pero claro, eso supondría más dinero, más licencias, más rollos con los ayuntamientos, más seguridad, etc.

Total, que de las pocas noticias aplaudidas por los CLIENTES (resaltamos la palabra clientes porque muchas veces se les tiende a confundir en este tipo de eventos con carteras andantes que tienen dinero y tarjetas de crédito dentro) fue el parking gratuito y el gran despliegue de transporte público para poder llegar a la Ciudad del Rock.

022_Ana-Ruiz-DeVillota__mwf2015

Después de este tochazo de introducción, pasaremos a contar nuestra aventura por el festival.

Nuestra llegada se produjo sobre las cinco de la tarde. La entrada en el parking fue bastante rápida y la recogida de acreditaciones no nos llevó más de 5 minutos (un punto negativo para nosotros fue que este año no tuvieron el detalle del regalo de alguna consumición sin alcohol como las tres de la pasada edición). Las colas para recoger las entradas y acceder al recinto a esta hora eran mínimas y fluidas.

La entrada al recinto fue sobre las 19:00 para ver el set de Adam Beyer. La impresionante carpa estaría más o menos a la mitad de su aforo y con una temperatura muy agradable en la segunda fila de altavoces que es donde nosotros nos situamos. El set del de Drumcode fue más o menos entretenido pero el de Drumcode no pudo sacar a relucir todo su arsenal dada la hora que era.

Lo que sí que se nos quedó algo pobre (al igual que el año pasado) fue el sonido y la iluminación. En cuanto te alejabas algo de los altavoces perdías la poca presión sonora que había y las luces tan sólo se centraban en el escenario. A destacar, los potentes láser y grandes pantallas de visuales.

Poco a poco comenzaba a llenarse el recinto y también comenzaron los primeros atascos en las zonas de ropero y de compra de tokens (1 token = 3€) que terminaron por desbordarse poco antes del comienzo del set de Richie Hawtin. El poco civismo por parte de la gente y la poca previsión de la organización con las taquillas hicieron que en hora punta se tardase más de 30 minutos para poder conseguir el cambio de moneda. El gran punto negativo del festival se dio cuando apenas transcurridas 4 horas ya no quedaban botellas de agua en todas las barras y la única fuente de agua potable que se encontraba fuera de la carpa parecía haber desaparecido o, al menos, no se indicaba su ubicación. Dos errores muy graves.

Del set del de Mnus, poco que decir. Bastante lineal y con muchos altibajos. Hemos escuchado sesiones de Enter en Ibiza este verano mucho más interesantes.

10888759_570761076391866_3418797398950385583_n

Después vino el turno de Tale of Us. Por fin pudimos escuchar algo de calidad y originalidad musical. El duo alemán nos deleitó con sus sonidos más progresivos y melódicos que hicieron vibrar a la gran mayoría que se había quedado tras el set de Richie Hawtin, mención especial con su «Another Earth».

Tras Tale of Us, decidimos salir a descansar un rato y comer algo pero nos encontramos con una cola enorme sin ningún tipo de organización donde la gente luchaba (literalmente) por conseguir una de las pulseras que permitía (tras el previo pago de 4’5€) la salida una única vez del recinto para después poder volver a entrar. Si se quería volver a salir, otros 4’5€. Bien es verdad que había otra cola mucho menor en el otro lado de la carpa, pero que al poco tiempo también quedó igualada a la otra. Otro gran fallo de la organización el poner un único punto de entrada y salida. Por suerte para nosotros pudimos salir directamente con nuestra acreditación.

Volvimos a entrar (ya sin cola alguna) para ver a Pan Pot. Los alemanes tampoco nos dejaron indiferentes. Ya teníamos referencias suyas pero nunca los habíamos escuchado en directo. Simplemente impresionantes. Buenísima combinación de techno y progresivve en una de las mejores sesiones, sin duda, de la noche. Temas que pudimos escuchar: Maceo Plex – Conjure Dreams, Eric Sneo – Metanoia (Pig & Dan remix).

013_Ana-Ruiz-DeVillota__mwf2015

De los sets de Carola Y Osuna poco os podemos contar que ya no sepáis. Siempre es más de lo mismo, apenas diferenciamos del cambio del italiano al catalán en cabina. Todo muy plano, mucho loop, muchos botones pulsados sin sentido en la Maschine y poco más. Vamos, que os ponéis cualquier sesión en Youtube de estos dos y os podéis hacer una idea muy muy parecida a lo que pincharon.

Tras tres horas de ni fu ni fa llegaba la hora de nuestro querido Joris Voorn. Al pinchar a las 6:30 de la mañana pensábamos que su set sería algo más cañero y que su tema más flojo sería el «The Secret» pero la verdad es que optó por poner algo más de tech house, pero es que da igual, este holandés ponga lo que ponga siempre lo hace bien. Como no, puso su «Ringo» que funciona igual de bien a las 7 de la mañana que a las 4 de la tarde. Mucho groove, temas muy seguidos y el público (a tres cuartas partes ya del aforo) entregadísimo. Cierre espectacular con el On Off de Cirez D.

Para terminar el festival, una hora de regalo de Blawan. Su sesión fue muy contundente y oscura pero para la mayoría de la gente que quedaba en la carpa ya eran demasiadas horas seguidas sin parar y poco a poco fue abandonando el recinto. Nosotros también caímos rendidos y nuestro propio Madrid Winter Festival terminó a las 8:30 de la mañana cuando ya el sol había aparecido completamente.

mwf-anaruizdevillota-5

 

Deja un comentario