CRONICA DANCE VALLEY 2007

Se puede considerar un privilegio asistir a un evento de este calibre, la organización, el cartel, el lugar, el público, todo está impregnado por una magia que lo hace especial, diferente a otros muchos otros festivales.

De entrada el recinto, enorme, hace predecir que todo esto funciona “a lo grande”. La organización dispuso de autobuses desde el centro de Amsterdam para que aquel que no fuera en coche tuviera una forma de asistir. Desde que subes al autobús hasta que entras a la entrada del festival pasa aproximadamente 1 hora. 30 minutos de viaje en autobús, 30 minutos de camino a pie rodeando todo el complejo, un camino agradable lleno de árboles, riachuelos, etc… aunque un poco pesado…

Los accesos eran fluidos pero con los controles pertinentes de seguridad, imprescindible con tantos asistentes.

Nada mas entrar nos dirigimos a la zona Carl Cox, en la que Cristian Varela comenzaba a dar “candela” a los asistentes que allí nos congregamos, con gran presencia española. Se nota que Cristian sabe lo que quiere el público, tanto español como extranjero, nadie se quedaba indiferente durante su sesión….

Una vez finalizó su gran set, dio paso a Monika Kruse, la cual escuchamos durante cosa de 15 minutos para luego cambiar de zona. Vimos gente por todos lados, allí donde mirabas veías ríos de gente yendo de una zona a otra. Siguiendo una numerosa corriente de gente fuimos a parar al Mainstage, el escenario “estrella” del festival, y en esos momentos Erick-E hacia mover a los allí congregados con sonidos frescos aunque un pelin comerciales para mi gusto, ya sabeis que soy un poco especial para esto…

Como nos vimos con fuerzas, nos dirigimos a la Carpa Lost N Music, la fiesta programada por el sello Knee Deep (Dj Rush). Lo que allí encontramos fue un festival de música Schranz digno de ver y oír. Marcos Remus calentando el ambiente y Dj Rush rematándolo, fueron los causantes de que nuestro cuerpo llegara a momentos “delicados”. Digno de ver eran los guiris pegando saltos como locos y disfrutando más que nadie.

Cuando Fran Kvitta se disponia a tomar el relevo, nos dirigimos de nuevo al MainStage para ver la actuación de Umek & Kanzyani, los eslovenos que mejor saben mover al público. No lo hicieron mal, pero creo que la gente aun no ha asimilado bien su cambio de estilo. Su vertiente más minimalera y electrónica todavía no ha encajado bien en el publico y es que un grandioso e inmenso pasado avalado por el Techno que los lanzó a la fama, tiene gran parte de la culpa.

Justo después de el dúo esloveno, vino lo mejor del día, Ferry Corsten, aclamado ídolo local, se disponía ha hacer vibrar el inmenso paisaje verde que ante él tenia. El público no dejó de corear su nombre en ningún momento, justo hasta que Ferry lanzó la primera bomba sobre el valle. Empezó con Jerome & Isma-e – Phantom y a partir de ahí, sonidos Trance y algunos con cierto toque Techno invadieron el escenario, lo cual da a entender lo animada que fue la sesión.
El espectáculo visual de luces, fuego, confetti, visuales, etc.. estuvo ambientado por momentos por una serie de acróbatas de circo, que nos deleitaban con toda clase de piruetas y ejercicio de malabarismo. Digno de ver, en serio.

En el apartado técnico simplemente cabe reseñar que la mayoría de escenarios estaban bien preparados para dotar a la pista de los suficientes decibelios como para que nadie se pudiera quejar, destacando por supuesto las I N M E N S A S torres de altavoces que se podían ver en el Mainstage. El sonido para los que estábamos en las primeras filas era bestial, claro, directo… y se extendía valle arriba con una claridad sorprendente, si bien los que estaban al final de todo evidentemente no lo apreciarían de la misma forma.

Para cuando Paul Van Dyk tomó el relevo de Ferry Corsten, ya estábamos camino de la traca final de la noche, el cierre de la zona Carl Cox a cargo de quien si no, el mismísimo Carl Cox.

La noche, los fuegos artificiales, la música y sobretodo los juegos de láser que se vieron allí, fueron para recordar durante mucho tiempo.